¿Imaginas surcar las aguas cristalinas del Mediterráneo y descubrir calas escondidas solo accesibles por mar? Barcelona y sus alrededores ofrecen un paraíso para los amantes de la navegación con playas de ensueño a pocos kilómetros de la ciudad.

Tanto si buscas una escapada de un día como una aventura más larga, estas joyas costeras te esperan para ser descubiertas desde el mar.

Costa Brava: un tesoro de calas y aguas turquesa

La Costa Brava, situada al norte de Barcelona, es famosa por sus impresionantes acantilados y calas de aguas cristalinas. Esta costa escarpada ofrece algunos de los paisajes más espectaculares para los que navegan por sus aguas.

Cala Sa Boadella (Lloret de Mar)

A unos 70 km de Barcelona, esta pequeña cala de 200 metros es un refugio de tranquilidad. Accesible por un sendero estrecho desde tierra, resulta mucho más impresionante cuando se llega en barco.

Sus aguas transparentes y el entorno natural con abundante vegetación la convierten en un destino perfecto para fondear y disfrutar de un baño refrescante. La cala está protegida del viento, lo que facilita el anclaje seguro de embarcaciones.

Sa Tuna (Begur)

Considerada por muchos como la mejor cala de la Costa Brava, Sa Tuna ofrece un entorno idílico para los navegantes. Sus aguas están protegidas por formaciones rocosas que crean un puerto natural perfecto para anclar. El pequeño pueblo pesquero que la rodea mantiene su encanto tradicional, con restaurantes donde degustar pescado fresco recién capturado. La combinación de aguas cristalinas y el pintoresco entorno la convierten en parada obligatoria en cualquier ruta náutica.

Cala Pola (Tossa de Mar)

Esta cala, situada entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guíxols, es un tesoro escondido entre curvas costeras. Sus aguas transparentes son ideales para practicar snorkel y descubrir la rica vida marina de la zona. 

Desde el barco, las vistas panorámicas de los acantilados circundantes son simplemente espectaculares. La cala cuenta con suficiente profundidad para acercar embarcaciones de tamaño medio, permitiendo desembarcar fácilmente para visitar la playa.

Costa del Maresme: la escapada perfecta desde Barcelona

La costa del Maresme, que se extiende al norte de Barcelona, ofrece playas de fácil acceso y perfectas para excursiones de un día desde la ciudad.

Playa de Ocata (El Masnou)

A solo 15 km de Barcelona, esta extensa playa de arena dorada es perfecta para los que buscan una escapada rápida. El puerto deportivo de El Masnou ofrece todos los servicios necesarios para embarcaciones, desde amarre hasta repostaje.

La playa es amplia y menos concurrida que las de Barcelona, lo que permite disfrutar de un día tranquilo navegando por la costa y haciendo paradas para nadar. La cercanía a la ciudad la convierte en opción ideal para alquileres de medio día.

Playa de Caldes d’Estrac

Esta playa familiar, situada a unos 40 km de Barcelona, es conocida por sus aguas limpias y tranquilas. La bahía ofrece un buen refugio para embarcaciones y es un punto de partida muy bueno para visitar la costa.

El pueblo conserva el encanto de los antiguos balnearios catalanes, con edificios modernistas que se pueden apreciar desde el mar. La combinación de buenas condiciones para fondear y servicios en tierra la hacen muy atractiva para navegantes.

Costa del Garraf: calas escondidas entre acantilados

Al sur de Barcelona, la Costa del Garraf ofrece un paisaje diferente, con acantilados que se alternan con pequeñas calas de difícil acceso por tierra pero perfectas para descubrir navegando.

Cala Morisca (Sitges)

Situada en el Parque Natural del Garraf, esta pequeña cala es un tesoro para los que navegan por la zona. Su acceso limitado por tierra la convierte en un lugar tranquilo incluso en temporada alta. Las aguas cristalinas y el entorno natural protegido ofrecen una experiencia de navegación auténtica a solo 35 km de Barcelona. El fondo marino es ideal para el anclaje, con arena y posidonia que aseguran un buen agarre.

Playa de Garraf

Esta pintoresca playa, flanqueada por casetas de baño de colores, ofrece un paisaje único en la costa catalana. A unos 30 km de Barcelona, es fácilmente accesible en barco y cuenta con servicios para navegantes en temporada.

La playa está protegida por los acantilados del macizo del Garraf, creando un entorno resguardado perfecto para fondear. El contraste entre el azul del mar y el verde del parque natural que la rodea crea un escenario espectacular.

El privilegio de descubrir la costa desde el mar

Navegar por las costas cercanas a Barcelona ofrece una perspectiva única de sus playas y calas. Lejos del bullicio de las rutas turísticas convencionales, el acceso por mar permite descubrir rincones de belleza incomparable en su estado más auténtico.

Alquilar un barco se convierte así en la llave para acceder a un Mediterráneo diferente, más íntimo y sorprendente. Las playas descritas son solo el comienzo de lo que la costa catalana puede ofrecer a los que se aventuran a descubrirla navegando.